Desde el otro lado, Tarot, cartomancia y Zeresia también recibe mensajes.
Creo que no os he dado, durante todo este tiempo, un detalle minucioso acerca de todo lo que puedo hacer. Evidentemente, mi nombre, Tarot, cartomancia y Zeresia, habla de las cartas del Tarot con todos sus arcanos, la baraja española, inglesa o francesa, las cartas umbandistas y dos barajas que me he construido yo para vosotros, únicamente.
Tarot, cartomancia y Zeresia: mediumnidad
Ahora os mostraré otra de mis facultades: la mediumnidad. El poder recibir mensajes de personas o entidades que no están aquí -sobre todo de personas- y que quieren dejar algo o transmitir algo a sus seres queridos. De noche, es una facultad que trabaja especialmente bien. Y ellos me hablan continuamente. Hubo un tiempo que iba a algunos chats y que tuve un foro para dejar los mensajes. No sé si llegarían a su destino.
No, no estoy esquizofrénica ni, desgraciadamente, soy una persona que oye voces -con todos mis respetos porque estas personas lo pasan fatal- sino que, repentinamente, recibo un pálpito, un mensaje, y entonces transmito lo que se deba de decir. La urgencia no está en que vosotros queráis hablar con ellos sino en lo que os quieren transmitir para echar una manita. Claro, ellos captan a quienes saben escucharles y están ansiosos -aunque ya tengan la paciencia por toda la eternidad- por deciros lo que necesitáis escuchar.
Me diréis: ¿por qué no te pones en contacto con Houdini? o pensáis que es el diablo. No, no es así. En cuanto a Houdini, no se puede desafiar a Dios. Depende de Él que permita que las ánimas se comuniquen o no y de que puedan salir de donde están. Si ha visto la luz y no le hacía falta dejar mensajes, no lo habrá hecho. En todo caso, si me deja alguno lo pondré aquí pero ya no está su viuda para saber qué frase le había dicho. Aunque creo que ella la dejó anotada por alguna parte por si alguno de los dos lograban un contacto.
En cuanto al diablo: soy muy creyente y creo en el poder de Dios por encima del diablo y de cualquier cosa y persona que, a fin de cuentas, no son más que unas criaturas creadas por Dios. El diablo se rebeló contra Él. Dios respeta a sus criaturas y nos concedió el libre albedrío. No tenía por qué eliminarlo. El diablo se alimenta de nosotros: de nuestros miedos, de nuestro abandono, de las depresiones, de nuestra envidia. No le demos de comer esas cosas.
Recordad escribidme a: zeresia@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Cuenta, cuenta! O te cuento yo...