Tarot, Cartomancia y Zeresia, en contra de la violencia, cualquiera que sea su forma. No más delitos, no más muertes.
Leyendo, días atrás, diversas publicaciones, di con una carta de una mujer que vive en la zona donde está actuando Isis. ¿Cómo, esos hombres, pueden afirmar que actúan en el nombre de Dios, violando, matando, castigando? ¿Intentan ponerse por encima del mismo Dios que es compasivo y misericordioso, incluso, como ellos afirman en sus oraciones? Una mujer violada por once hombres antes de las doce de la mañana. Peor que una prostituta. ¿Cómo pueden consentir eso?
El horror de Isis
Asesinan, en nombre de Alá. Según dicen, lo hacen para imponer el orden y las leyes de Alá sobre el mundo. ¿Qué tipo de leyes son esas? ¿Seguro que están inspiradas por Alá o, al final, han sido escritas, redactadas por otros hombres? ¿Un dios puede permitir tanto daño, tanto sufrimiento, tanto mal? El demonio, sí, pero Dios, no, sea cual sea su nombre.
Sólo hombres contra hombres pueden permitir esto. Sólo manipuladores que quieren dominar a las personas trabajadoras y confiadas que desean vivir en paz. Políticos y banqueros son los primeros maleantes que provocan la desigualdad en el mundo. Pagan a los terroristas y a los aterrorizadores para que tengan amedrentada a la población y que ésta no se levante. Pero los peores somos los que asistimos a las masacres y no hacemos nada por impedirlas.
¿No vemos las noticias en la televisión ni las leemos en los periódicos? Niños, mujeres y hombres asesinados y devorados en rituales anímicos que no llevan a ningún lugar. Vendidas, sus vísceras, para personas adineradas que no pueden esperar por un riñón, un corazón, un pulmón, de esa misma sanidad a la que intentan tirar abajo y de la que tanto se quejan. Tienen listas enormes de espera porque no pueden hacer su trabajo dado que les faltan profesionales, medios, instrumentos, para atender a toda la población.
Escalones ricos-pobres
Muchísimas personas que sólo colocan, en su vida, como meta y como salida, el dinero, el poder y la posición, que sólo saben vivir haciendo daño a los demás, pisando a los demás, manoseando a los otros, permiten que pasen estas cosas porque sus miedos les impiden tener a los demás como sus iguales, ayudarlos y levantarlos.
De ahí esos escalones entre ricos y pobres que tenemos en el mundo y que son una vergüenza. Primer mundo, segundo mundo, tercer mundo y, ya, cuarto mundo. Esa gente que pelea con la nada, y, encima, sufren toda la violencia habida y por haber. Es cierto que tenemos que pagar el karma, que tenemos que padecer porque venimos a ganarnos el cielo. Pero Dios siempre perdona, apoya y ayuda. Son los hombres los que nos ponen las trabas para ese sufrimiento. No terminamos nunca de aprender a vivir, con amor y paz.
Por eso, lo primero que debemos hacer es desenmascarar a quienes actúan de manera odiosa, y darles a conocer que Dios nos trajo a la vida sin nada y así nos iremos. Es, precisamente, más grave y pecaminoso que, en lugar de ser cuidadores del planeta y de sus habitantes, soldados de este paraíso que es la Tierra, seamos enemigos de nuestra propia sangre por causa de la codicia de unos pocos.
Escríbeme a zeresia@gmail. com y hablaremos de tus problemas y cómo solucionarlos.
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